Todo material con el paso del tiempo se ve afectado, ya sea visual funcionalmente. En el caso del metal, el deterioro normalmente es visual, ya que es un material muy resistente y duradero.

El problema es que aun estando en perfectas condiciones funcionales, el aspecto no es el que deseamos. En este artículo veremos una forma de reparar esta falla mediante una técnica que tiene más de 50 años.

El chorreado es una técnica que consiste en proyectar partículas contra una superficie provocando así una limpieza de ésta mediante la abrasión. En la gran mayoría de casos, este método se aplica cuando se quiere arreglar una superficie para una posterior pintada o simplemente quitar óxido.

Normalmente, una vez vemos que el producto no está en buen estado, lo que hacemos es reemplazarlo. Gracias al chorreado podremos mantenerlo, pero con una cara nueva.

Por lo tanto, gracias a aplicar esta técnica, conseguiremos ahorrar una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero en buscar otro producto similar o igual al nuestro. Además, pensando en el medio ambiente; en estos momentos tan difíciles para nuestro planeta, es una opción mucho más viable, ya que no está Influyendo en una producción masiva y fabricación innecesaria de bienes a la vez que no desestima productos perfectamente útiles, favoreciendo así una economía circular y sostenible.

Para mas información: METALIC SOLUTIONS